Rafael Mora Cañizares (Andújar, Jaén, 1962) es militar de carrera y licenciado en Derecho. Durante 26 años ha formado parte del cuerpo de la Policía Local de Marbella, ocho de ellos asumiendo la Jefatura. Desde julio de 2017, tras superar el proceso de selección abierto por el Ayuntamiento de Huelva, está al frente de la Policía Local de la capital onubense. Mora llega a la Jefatura de Huelva con muchas ganas de trabajar por la ciudad y mejorar todo lo que sea necesario en la institución, con el objetivo claro de mejorar la atención a los ciudadanos y estrechar su confianza con la policía. Considera que el trabajo conjunto con jueces y fiscales es fundamental para el correcto funcionamiento de la justicia.

¿Ser policía fue en su caso una vocación?
Fue una vocación temprana que enfoqué dirigiendo mis pasos hacia la carrera militar. Más que una vocación es una forma de vida, marcada por una fuerte implicación y compromiso de servicio y protección de la ciudadanía en el sentido más amplio del término. El paso a la Policía fue una cuestión de oportunidad, de aprovechar unas oposiciones para acercar mi trabajo a la gente, buscando proximidad. La verdad es que esa disposición sigue intacta y me siento plenamente realizado con mi labor.

¿Encontró mucha diferencia entre lo que esperaba de su profesión y lo que finalmente encontró?
En la vida no siempre se acaba encontrando lo que uno espera, aunque en mi caso, tengo que reconocer que el deseo está muy cerca de lo que he conseguido. Es verdad que siempre he apostado por el trabajo de calle y aunque ahora la categoría del cargo me obliga a ejercer muchas tareas administrativas, sigo esforzándome por mantener el contacto directo con la gente, que es la base de la Policía Local.

Tras unos meses en el cargo de jefe de la Policía Local, ¿qué ciudad se ha encontrado?
Una ciudad muy comprometida con sus tradiciones y con un alto grado de solidaridad entre sus ciudadanos. Huelva es una ciudad segura, con los mismos problemas o incluso menos dificultades que otras capitales de provincia españolas de similar tamaño, donde además destaca el alto grado de colaboración existente entre las distintas Fuerzas de Seguridad del Estado.

¿Qué objetivos se marca para Huelva?
Seguir mejorando la profesionalización de la plantilla de la Policía Local mediante la formación y conseguir una imagen de cercanía, compromiso y confianza hacia el ciudadano. El reto más importante es que los onubenses perciban a la Policía Local en su día a día y se sientan correctamente atendidos. Me gustaría que cada onubense que se ponga en contacto con nosotros, se marche tranquilo y convencido de que estamos trabajando para solucionar su problema o responder a su solicitud.

¿Cuál es, en su opinión, la labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en el sistema judicial?
Nuestra labor pasa por la disposición absoluta para apoyar y colaborar con los fiscales, jueces y tribunales y completar la cadena judicial que conforma el Estado de Derecho.

¿Cree que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado están plenamente integradas en el sistema judicial español como eslabón indispensable de la cadena?
En gran parte sí, pero se podría mejorar con la implantación de unidades adscritas de forma orgánica a las autoridades judiciales, para conseguir mayor eficacia. Creo que si dependiéramos directamente de los jueces y tribunales, trabajando codo con codo, nuestra labor sería más efectiva. Por eso soy un firme defensor de la colaboración y la cooperación judicial.

El trabajo de la Policía Local resulta esencial en algunas cuestiones como la violencia de género o menores. ¿Qué destacaría de esta labor?
Lo que más valoro es la implicación y cercanía que los hombres y mujeres de la Policía Local y, en concreto, del Grupo de Violencia y Menores de este Cuerpo en Huelva, mantienen durante su servicio. Es una dedicación personal, que excede de sus obligaciones, para brindar acompañamiento, para dar no sólo amparo, sino seguridad y confianza a las más de 150 mujeres víctimas de violencia de género que tenemos actualmente bajo nuestra protección directa. Es una labor ejemplar. Estamos en contacto con los jueces y fiscales, pero también con las asociaciones y centros de salud, con todas las personas que nos puedan ayudar a detectar situaciones susceptibles de maltrato, con el único objetivo de atender lo antes posible a quienes lo sufren. En el caso de los menores es fundamental la colaboración con las familias y con los docentes para apostar por la prevención en cuestiones tan importantes como el absentismo escolar, el consumo de alcohol o estupefacientes, o la seguridad vial.

¿Cree que todavía queda mucho por hacer para quitar a la Policía Local el sambenito de cuerpo ‘ponemultas’?
El objetivo de la Policía Local nunca es sancionar, sino velar por la legalidad y garantizar la seguridad de los ciudadanos, teniendo a veces que optar para ello por el castigo, la última opción que nos ofrece el ordenamiento jurídico. Pero antes de llegar a la sanción, realizamos infinidad de funciones en el día a día que contribuyen directamente a mejorar la calidad de vida y la convivencia de los ciudadanos de Huelva.

Sin duda, la local es la policía más cercana al ciudadano, una auténtica policía de proximidad, y por lo tanto la que antes puede detectar las alertas. ¿Cree que debería asumir más competencias?
Actualmente tenemos muchas competencias, pero sería conveniente poder desarrollarlas plenamente y que se reconozcan las que de facto estamos realizando. Por ejemplo, continuamente colaboramos con la Policía Nacional y la Guardia Civil en Seguridad Ciudadana; con la Jefatura Provincial de Tráfico en cuestiones de circulación y protección vial; contamos con un equipo propio dedicado a la atención de menores y víctimas de la violencia de género; una unidad de Atestados; un centro de formación especializado en seguridad vial al servicio de todos los colegios y centros de enseñanza de Huelva; cumplimentamos y tramitamos toda clase de trámites administrativos en colaboración con el Ayuntamiento y entidades judiciales para el empadronamiento, la identificación y localización de personas… En definitiva, estamos para dar servicio y atender las necesidades de los ciudadanos, pero también para dar cobertura y apoyar la labor de las distintas administraciones implicadas.

La crítica a la Justicia es un clásico en la opinión pública. ¿Cómo se ven estas cuestiones desde un cuerpo como el de la Policía Local?
Nosotros como policías somos parte de esa justicia a nivel global que identifica el ciudadano. Y como parte de ella, bajo la premisa de la garantía legal, no podemos responder, bajo el respeto a los derechos y libertades más elementales, a la inmediatez que el ciudadano muchas veces desea. Es muy difícil explicar a un ciudadano en plena crisis, que cada situación y cada trámite está sujeto a plazos judiciales que nos impiden realizar algunos de sus requerimientos con la premura que ellos nos demandan y que, en muchos casos, también a nosotros nos gustaría.

¿Cómo es su relación con los abogados onubenses y qué destacaría de su trabajo?
Mantenemos una relación cordial y desde el primer momento me llamó la atención su compromiso a nivel de ciudad, más allá de la labor personal con sus clientes. Además, tenemos una estrecha colaboración en el trato diario, en cuanto a solicitud de atestados, diligencias relacionadas con accidentes de tráfico, asesoramiento legal o todo tipo de consultas técnicas.

Como licenciado en Derecho que también es, ¿qué cree que falta para la plena coordinación entre ambos mundos, el judicial-legal y el la de la seguridad?
La base está en conocernos más internamente, saber cómo se trabaja, cómo funciona cada mundo y a partir de ahí, completar esta información con formación conjunta y recíproca, que nos permita poner en común nuestras tareas para mejorar la coordinación y conseguir actuaciones más eficaces para los ciudadanos.