El ICA celebró una mesa redonda con motivo del Día Internacional de la Mujer Trabajadora en la que tomaron parte mujeres trabajadoras de diversos ámbitos
Natural del municipio cacereño de Montehermoso, Pilar Garrido marcó un hito en el Colegio de Abogados de Huelva al ser la primera mujer que entraba a formar parte del mismo, con el número de colegiación 389. Fue el 1 de abril de 1971, 76 años después del primer abogado, y ahora, el pasado 8 de marzo, el Colegio quiso rendir homenaje a esta pionera en el marco de los actos celebrados con motivo del Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Su entrada en el ICA supuso para ella “un honor y una responsabilidad”. Tras obtener plaza en unas oposiciones del Estado, Pilar optó por el ejercicio de la abogacía, que compatibilizó con el trabajo de funcionaria durante un tiempo para, finalmente, decantarse por su profesión.
El decano, Juan José Domínguez, fue el encargado de hacerle entrega en nombre del Colegio de un azulejo conmemorativo, al tiempo que destacó el papel de “todas las compañeras” a través de la homenajeada, quien, en su intervención, recordó sus primeros años en la profesión.
Garrido manifestó haberse sentido “siempre muy cómoda, sin ningún tipo de discriminación por parte de mis compañeros; aunque, por parte del cliente, sí que se notaba cierto rechazo”. Afortunadamente, continuó, “la mujer se ha ido incorporando a todas las profesiones, pero queda mucho por hacer”.
Precisamente, el tema las mujeres en el trabajo centró la mesa redonda celebrada a continuación en la que tomaron parte, además de la propia Pilar Garrido, la jefa de sección del diario Huelva Información, Ana Vives; la miembro del equipo de la policía judicial de la Guardia Civil, Pilar Castilla; y la enfermera de la Unidad de Sueño del Complejo Hospitalario Universitario de Huelva, doctora y profesora asociada de la Facultad de Enfermería de la UHU, Begoña García.
Todas ellas hicieron un repaso por sus respectivas trayectorias profesionales, analizando cómo les había afectado el hecho de ser mujer en el desarrollo de las mismas y haciendo hincapié en la imposibilidad de conciliar sin renunciar a determinadas cuestiones. Tras las intervenciones, y para terminar el acto, se abrió un interesante debate con la participación del público presente.