El Punto de Encuentro Familiar (PEF) es un servicio gratuito dependiente de la Consejería de Justicia e Interior de la Junta de Andalucía que tiene la finalidad de servir de espacio neutral  para garantizar el derecho de los menores a relacionarse con sus progenitores durante las situaciones de separación, divorcio, violencia de género u otros supuestos de interrupción de la convivencia familiar, cuando las relaciones familiares son de difícil cumplimiento o se desenvuelven en un ambiente de alta conflictividad. El objetivo es cumplir con el régimen de visitas acordado y establecido por resolución judicial, prevaleciendo siempre el interés superior del menor.

El PEF de Huelva, ubicado en la avenida Martín Alonso Pinzón, está gestionado desde hace más de diez años por la Asociación Alcores, adjudicataria del servicio mediante concurso público. Su coordinador, el trabajador social Fernando Gómez, capitanea un equipo formado por la psicóloga Faustina Lacasta y el también trabajador social Alexis Seda.

Gómez explica que al PEF se llega en el 100% de los casos por derivación judicial cuando la situación de conflicto entre los progenitores exige que un punto neutral regule el régimen de visitas dictado por el juez. El coordinador del servicio deja claro que el PEF “no es un lugar únicamente de intercambio de los menores entre sus padres”, ya que en él se pretende dotar a los progenitores de técnicas que les permitan el ejercicio positivo de la paternidad o maternidad con el objetivo de superar el conflicto y lograr la normalidad.

En este sentido, Fernando Gómez detalla que con la intervención que se lleva a cabo en el PEF se pretende dotar de pautas educativas, ofreciendo directrices a los padres sobre la atención que han de prestar a los hijos a fin de mejorar las relaciones familiares; orientarles y apoyarles para que consigan la autonomía necesaria sin depender del servicio; fomentar sus capacidades en la resolución consensuada de los conflictos; y favorecer que los menores puedan expresar sus sentimientos y necesidades respecto del régimen de visitas.

En cuanto a los tipos de intervención que se pueden llevar a cabo destacan el apoyo en el cumplimiento del régimen de visitas (entrega y recogida, visitas no tuteladas, visitas tuteladas, acompañamientos al exterior), y la orientación psicosocial individual y familiar, en la que, como explica Gómez, el equipo técnico del PEF facilita la orientación necesaria para superar el conflicto.

El PEF de Huelva, que es un servicio temporal por un máximo de 18 meses, atendió en 2016 a 160 menores de edad. De ellos, un 60% de los casos fueron derivados por violencia de género, mientras que el 40% por causas múltiples de falta de entendimiento entre los padres. Su coordinador explica que el perfil de las familias que acaban usando este servicio es “muy heterogéneo”. “No existe un perfil claro y definido, ya que los conflictos familiares se presentan en todo tipo de personas y estratos sociales”.

Fernando Gómez deja claro que en el que PEF “nunca le damos la razón a una u otra parte, sino que trabajamos para que los niños sufran lo menos posible, y para que los padres tomen decisiones que no repercutan negativamente en los niños”.

El coordinador asegura que “todos los padres te dicen que quieren lo mejor para sus hijos, y yo no lo pongo en duda, pero sí es verdad que en estas circunstancias hay muchas decisiones que se toman con las que, sin darse cuenta, están perjudicando a sus hijos, porque los padres tienen puesto el foco en fastidiar al otro y en ganar el pulso”. De esta forma, reconoce que la parte más tensa de nuestro trabajo es hacer entender a los padres que se están equivocando”.